Se dice que en el antiguo
Campo de la Industria donde jugaba el
F.C. Barcelona,
los seguidores que degustaban los partidos desde las filas más altas
del graderío dejaban ver sus culos desde el exterior, y con ese juego de
palabras entre castellano, culeros-culers, y catalán, se quedo el
apelativo de “
culés” para estos aficionados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario